Decíamos de él, allá por el año 2003:

La última incorporación al grupo ha sido Alejandro, pero desde luego no puede decirse que sea el más pequeño. De hecho es el más grande de todos, a lo alto y a lo ancho. Porque, aunque ahora está muy delgado, sigue teniendo las espaldas más anchas de todo el grupo. Esto constituye un grave problema de adaptación de vestuario. Menos mal que nuestra sastra es una artista y lo arreglará.
Tiene muchas afinidades con Agustín: apellido extranjero, profesión (ambos son marinos y ambos se dedican a la enseñanza, aunque Alejandro enseña algo directamente relacionado con la naútica) ... ¡hasta el segundo apellido de los hijos de ambos es el mismo!. Con otros miembros del grupo a los que conoce desde hace tiempo tampoco se lleva mal, pero con los demás no ha/hemos tenido tiempo de comprobar cómo se lleva porque como el pobre trabaja en Isla Cristina (Huelva, España) y su horario es por las tardes y hasta tarde, sólo ha podido venir a un ensayo. Lo cual no quita para que ya haya participado en nuestra última actuación representando uno de los papeles más importantes. A eso se le llama llegar y pegar, que otros pobres han estado de meritorios la mar de tiempo.
Todavía no ha visto materializada su vocación de escritor. Pero la cosa está al caer, así que ya avisaremos cuando salga la primera edición de su primer libro.