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Es domingo. Zapo está sólo y aburrido en la trinchera. Sus padres, que lo saben, van a hacerle una visita y llevan un magnífico almuerzo para pasar el día con él. Mientras comen, aparece Zepo, el enemigo, y se ven obligados a detenerle. Pero como son educados, terminan por invitarle a comer. Repentinamente hay un bombardeo y, tras él, dos camilleros buscan heridos. Pero ninguno de los cuatro pueden ayudarles porque no están heridos. Finalmente terminan su festín y bailan un poco. Con la música no oyen que se aproxima un nuevo bombardeo y, finalmente, los camilleros encuentran trabajo. "Picnic" es un buen ejemplo del teatro absurdo, infantil e ingenuo que conforman todas las primeras obras de Fernando Arrabal. |
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De un sólo acto y de muy corta duración (sólo unos 20 minutos), ha sido una de las obras que más fácilmente hemos montado. Teniendo en cuenta que el teatro del absurdo sólo precisa de aquellos objetos, accesorios y decorados que desborden o contradigan las palabras pronunciadas por los actores hemos utilizado una escenografía minimalista y absurda y una puesta en escena que combina elementos realistas y bufonescos. |
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